Quedé con ellos en el Hotel Puerta de América para un evento reducidísimo (éramos sólo dos personas) y al llegar me pusieron un antifaz. Decía Omar que así el cuerpo se veía obligado a mejorar el resto de sentidos.A decir verdad, a mí no me acabó de funcionar: cuando tenía que oler a patata (el ingrediente del vodka en el principio de los tiempos), no me olía, y cuando me debía oler a uva (otro de los ingredientes que podría tener) era cuando olía a patata.
En fin, que el chico fue muy pero que muy paciente conmigo y ese olfato de tercera con el que tengo que cargar y me explicó paso a paso la historia del vodka, acabando la cata con el que él representa: Grey Goose, destilado de trigo procedente de Cognac (Francia).
Entre las reminiscencias que se supone que deja en la boca al tragarlo están los cítricos (lima, limón y naranja), las almendras y el croissant (quizá por ser trigo francés, y por esto de darle un toque charm). Puedo prometer y prometo que yo no encontré más que un sabor rasposo en la garganta pero... al llegar a la calle... ahí estaba: sabor a crossiant.
Pura sorpresa y puro placer. Ese fue el momento en que realmente me sentí merecedora del diploma del curso "Dans Le noir" que me dieron al salir (junto con una pequeña botella de vodka para que siga practicando). Y aquí os lo muestro con orgullo.
Paloma Abad, Harper's Bazaar
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