La película La red social (estreno el 15 de octubre) arrastrará al cine a 500 millones de espectadores, o debería. Las vergüenzas del joven genio de la informática Mark Zuckerberg tienen por fuerza que interesar a todos los usuarios de esa gran tela de araña que es Facebook, a todos esos que cuelgan fotos de sus fiestas, escriben en muros o cambian su estatus cada mañana. El friki que creó un ‘club’ cibernético en Harvard porque no le invitaban a ninguno es ahora el millonario más joven del mundo.
Habíamos oído que lo suyo no fue una escalada pintada de ética y buenas intenciones, pero la traición, la inocencia de un tiburón de las finanzas en pañales y la arrogancia del que se sabe el más listo sorprenden desde el primer fotograma. Sin embargo, y a pesar de que su imagen queda noqueada en varias ocasiones, la cinta no se ensaña (nada de indagar en las flagrantes violaciones de privacidad de la red social) y consigue que le odiemos y amemos en igual medida. Las reacciones serán lo más esperado. Seguramente muchos pinchen en pastilla de Ya no me gusta, pero es probable que también muchos griten desde su perfil: ¡Me encanta Facebook! El tiempo dirá...
Carmen Rosa
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